miércoles, 11 de febrero de 2009

Kyoto - Dia 2

Otro día más y otra paliza más. Según mi teléfono que tiene función de contar pasos y por lo tanto distancias, hoy he andado alrededor de 25 kilómetros ¿no está mal, no?

He empezado por el templo Sanjusangendo del siglo XII y XIII. Espectacular es la sala principal que contiene ni más ni menos que 1001 figuras de buda más una principal, sentada las otras permanecen de pie, de mayor tamaño en mitad del edificio rodeada de cuatro deidades que la protegen. No tengo fotos del interior porque estaba prohibido, lástima.

Hoy es festivo en todo Japón y tanto éste como el resto de templos que he visitado estaban repletos de gente. Es curioso, tengo que averiguar el por qué, pero incluso hoy siendo festivo había grupos de estudiantes en uniforme que visitaban los templos. ¡Pobrecillos, les preparan para que se acostumbren a no tener mucho tiempo libre!

El recorrido a pie me ha llevado hasta el templo de Kiyomizu-dera, patrimonio de la humanidad (otro más para la lista). El templo, como he dicho antes, estaba muy concurrido. Además parece ser que hoy era un día que elegía bastante gente para celebrar acontecimientos familiares (he visto algo parecido a un bautizo y también una boda). En Kiyomizu-dera hay una tradición que consiste en caminar con los ojos cerrados de una pequeña roca a otra (llamada roca de la fortuna en el amor). Debes pensar en tu deseo mientras caminas. Si llegas del tirón tu deseo se cumple y, si no has tenido esa fortuna, tu deseo tardará en llegar. Recomiendan que alguien que vaya contigo te guíe para así conseguir el deseo. Otra cosa curiosa del templo, es que en una de las zonas de descanso había una máquina para recargar la batería del móvil (¿¿en un templ0??)

(ésta lo hizo a la primera!!)


Para llegar al siguiente templo he pasado por Gion que es, además del barrio por excelencia de la ciudad, el barrio donde viven las geishas. He tenido suerte y con alguna maiko me he encontrado (las jovecitas, vaya!). Las primeras que he visto eran de pega; hay una empresa que se dedica a maquillar y vestir a las mujeres que quieran como geishas y, junto a un fotógrafo, se pasean por las calles cuál estrellas de Hollywood. Las segundas y terceras que me he encontrado creo que sí que lo eran y, la verdad, hace gracia verlas con sus kimonos y toda su parafernalia.

Hoy he comido de camino al siguiente templo. Era un restaurante en el que las camareras no paraban de gritar y repetir constantemente las órdenes a cocina además del famoso irasshaimase que te gritan nada más poner un pie en un comercio o restaurante. En Kyoto se nota que hay más turistas porque, aunque era un restaurante local, tenían me han ofrecido la carta en inglés. He pedido tempura soba (dos gambas rebozadas dentro de un bol de caldo con fideos) y al cocinero le ha salido muy buena, si señor!! Al salir del restaurante me he dado cuenta del porqué llevaba unos días pensando que tenía los labios especialmente sensibles desde mi llegada a Japón. Al principio pensaba que era por el frío pero... no! Te sirven las comidas tan, tan calientes que, claro, te quemas. Para que no sea así, la costumbre local es que sorbas la comida haciendo ruido así la enfrías mientras te la tomas. Y claro, en mi casa me han educado bien, y durante los primeros días no lo he estado haciendo porque me daba corte. Desde hoy toca cambiar de costumbre, lo siento padres míos.

He seguido mi camino hasta mi siguiente objetivo: el templo Ginkakuji (también patromonio de la humanidad, of course!). El último tramo lo he realizado por el Sendero de la Filosofía que durante 2 kilómetros transcurre a lo largo de un canal repleto de cerezos que imagino dentro de un mes aproximadamente ya estarán floridos para goce de los nipones.



Ginkakuji es, a diferencia del de ayer Kinkakuji, el templo del pabellón plateado. Se trata de un templo del siglo XV cuyo pabellón debe ser muy bonito, y digo debe porque están en plena restauración y no he podido ver más que los andamios que le rodean. En contrapartida, su jardín es maravilloso incluso en esta época del año.


La lluvia me ha respetado justo hasta la finalización de la visita. Luego se ha puesto a diluviar, y además se ha hecho de noche, y el resto de la tarde se ha fastidiado. Pero bueno, me ha ido bien: me he tomado un café con leche, he ido mirar los horarios de tren de mañana para ir a Nara, etc.

Ahora saldré a cenar, a ver si ha dejado de llover.

アルベルト

4 comentarios:

Gemma Martínez 12 de febrero de 2009, 7:36  

Bon dia!!! D´aqueta et fas escriptor de la Lonely Planet, eh???
Si el blog t´está quedant així de bé, el viatge sencer ha de ser encara més fantàstic!!
Consell per després de la sopa: crema de cacau.

HASU 12 de febrero de 2009, 21:57  

Digo yo... y no es por meterme contigo... ¿cómo sabes tú que las primeras geishas que viste no eran realmente geishas? ¿y las segundas y terceras sí que lo eran? ¿eh? ¿chavalín?

Anónimo,  15 de febrero de 2009, 10:53  

muy bien dicho hasu... q lo hemos pillao. como no le van a escocer los labios... de otra cosa sera... y no de lo que el dice

Anónimo,  15 de febrero de 2009, 10:55  

EL ANONINO es QUIEN VOY A SER... Q se me da mas mal esto...

Acerca del blog

Un mes en Zipango es un blog sobre mi viaje a Japón en el que compartiré con vosotros mis vivencias diarias con la cultura y gente del país. Espero hacerlo lo más entretenido y ameno posible :-)

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