Shirakawago
Sin duda desayunar al estilo occidental sigue siendo, de lejos, lo más caro del día aunque, como todo en Japón, la presentación y el servicio suplen el dispendio. Hoy he desayunado un café (nada de expreso era más tipo soluble) y una tostada caliente de tomate y queso que me ha costado algo más de 6 euros.
Después he tomado el bus que me ha llevado al destino del día: Shirakawago. El billete me ha salido por 4300 yenes (unos 37 euros) un poco caro para la distancia en kilómetros pero entendible cuando te das cuenta lo que ha costado construir la autopista que lleva a la población; kilómetros y kilómetros de túneles y de ingeniería nipona!! También he visto que en los buses hay la misma dedicación e información al viajero que en los trenes y en el metro. En su interior, entre otros, había un panel que se indicaba e iluminaba los símbolos de derecha e izquierda cada vez que el autobús hacía lo propio ¿y para qué me pregunto?.Shirakawago me ha recibido con una ligera nevada (era bastante pronto, he cogido el primer autobús). De hecho, una de las imágenes más bucólicas y famosas del lugar está tomada en invierno con todos los tejados y caminos repletos de nieve blanca e inmaculada. Como la nevada ha sido eso, ligera, y pronto ha salido el sol, el día y la visita han resultado de lo más agradable. Shirakawago es patrimonio de la humanidad por la Unesco. Sus casas/granjas son del estilo gassho que traducido viene a ser la forma en que se colocan las manos al rezar. En estas construcciones no se utiliza clavo alguno.
La prohibición de fumar al aire libre no debe ser algo tan inusual como pensaba. Aquí vuelve a ocurrir encontrar carteles que alerten de la normativa municipal aunque, en esta ocasión, sea más entendible puesto que todas las casas están realizadas con materiales de origen vegetal.
He vuelto a comer sano y baratito, un menú a base de diferentes productos de soja. Intento ir a bares/restaurantes locales y eso hace sentirle a uno menos extranjero o gaijin como dicen ellos.

La tarde la he pasado paseando por las calles y viendo escaparates (nada del otro mundo, sólo hay tiendas de recuerdos, restaurantes y los típicos negocios de barrio). Eso sí, en Takayama se puede comprar buena artesanía como laca, tallas de madera, cerámica y sake. Por cierto, no he comprado nada.
Mañana toca la visita turística.
Para terminar y debido al éxito de mi anterior foto en yukata, os adjunto la que me acabo de hacer hoy. En esta ocasión, las mangas me han jugado una mala pasada y... ¡¡salgo sin brazos!!

アルベルト
5 comentarios:
Osti... Alberto... ir a Shirakawago (el nombrecito tiene tela).. debe como ser entrar en el mundo Kurosawa... ¿no?... igualito que en sus películas... es como yo me imagino Japón... ¡qué envidia!
Bon día Albert!!!
Sin manos!!!
A mi lo que mas me está preocupando es la forma de las camas (o futones o como se llame...)
Blanquitas y con un agujero floreado en el centro; como funciona? te introduces dentro del agujero? con que te tapas? complicado, lo encuentro complicado.
Las mangas te han jugado una mala pasada???... Albert, quién te ha utilado así???
Joder con los yokots!!!
Niño... ya me di de alta. Tu madre me dice que te cuides, que no comas porquerias y que lo pases muy muy bien... eso te lo digo yo tambien !
Ostres Bertito,
Te "güebs" la foto sense mans... em recorda aquell acudit macabra de....si no hay manos, no hay galletas!!!
Smuack!!!
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